La Pedrera nos ofrece una exposición de Jaume Plensa que, además, pone en diálogo alguna de sus piezas más relevantes con las formas orgánicas de Gaudí.
La exposición comprende en realidad dos propuestas distintas:
Una, antológica de Plensa, en la Sala de Exposiciones.
La segunda, la ubicación de diez obras de Plensa en distintos espacios del edificio.
Ya les adelanto (para evitar sorpresas) que la Entrada a la Exposición NO incluye la visita a los otros espacios. Para ello se requiere la Entrada Combinada (Expo + visita al Edificio). Tienen toda la información al final de la reseña. Es una buena ocasión para revisitar La Pedrera.
Sala de Exposiciones
«Una letra no parece nada, es algo humilde, pero unida a otras forman palabras, y las palabras forman textos y los textos, pensamiento.
Es un poco la idea de la piedra fundacional, en torno a la cual se construye el templo, después la ciudad, el país, el continente y el Universo» (Plensa)
Titulada «Poesía del silencio«, la muestra en la Sala de Exposiciones pone el énfasis en la relación de Plensa con la poesía, («el poeta es el alma de una sociedad«, afirma) y de forma más tangible con la letra:
De ahí surgieron sus alfabetos, en que cada letra tiene una belleza única, pero todas juntas son una muestra de la diversidad del mundo y la convivencia entre diferentes culturas.
La exposición es una retrospectiva que incluye obra de Plensa desde 1988 hasta la actualidad. Junto a piezas de gran y medio formato, descubrimos también un Plensa más íntimo y conceptual con una serie de piezas de pequeño formato realizadas en los años noventa.
Casi un centenar de piezas con presencia también de una nueva serie de trabajos en papel Japón, formidables, fruto de su incansable estudio de los rostros.
La letra, el alfabeto, es una constante, aunque también están presentes otras ideas motrices en su trayectoria como la música, el sueño o el deseo.
Plensa es el maestro de lo intangible, con una escultura compuesta de fragmentos en que el vacío es tan importante como la materia. Etérea e inabarcable como cada una de nuestras vidas.
Otras veces sus bustos adquieren solidez. No son retratos, sino contenedores del alma, con expresión de plenitud y conexión interior. Los bustos de Plensa son anamórficos: se alejan del hiperrealismo para buscar la espiritualidad, son cabezas que se alargan como una llama que nace de la tierra, siempre con los ojos cerrados, puro wabi-sabi con sus imperfecciones y grietas en el material.
Consigue en cada escultura un prodigio rarísimo: que tengan aura propia. Irradian una magia ancestral, telúrica.
Toda la muestra genera silencio, para oírnos a nosotros mismos, para escuchar la vibración de la materia. «Prohibido tocar… hay que acariciar, como acariciamos a un ser querido» sugiere siempre el autor: escuchen como suena la cortina de lluvia silenciosa al acariciarla o atravesarla: es el sonido de la poesía.
Las otras ubicaciones del edificio.
Sentir vibrar al unísono a Plensa con Gaudí es una experiencia única. La soledad deseada en la obra de Plensa se convierte en una «Soledad Iluminada» ( expresión de Hebe Giusto)
Destacamos piezas como Together (2014), que asombró en la Bienal de Venecia de 2015, ubicada en los patios junto con Overflow (nueva, de 2023)
En el desván, tres versiones de Hortensia (2022), dos de bronce y una de madera; y dos de Martina (2021), una de madera y la otra de bronce.
Y en la calle, frente a la fachada de La Pedrera, encontramos a Flora (2021).
Pero donde la propuesta alcanza su clímax es en la azotea: Silent Music IV (2019) y Day-Night (2012) -de las pequeñas figuras iluminadas que se hicieron célebres en Niza-, junto a las chimeneas de La Pedrera.
Observo como para los que tienen un compromiso con la búsqueda de la espiritualidad mantener la mente abierta es el principio de todo. Y compruebo que el Arte les ayuda en esa búsqueda, una Exposición es un excelente lugar (uno de los pocos que quedan) de meditación.
Quizá la espiritualidad de Plensa tiene un origen distinto a la de Gaudí, pero ambos nos conectan con el Universo a través de la belleza.
Quizá podamos aplicar a Plensa aquello que Etsuro Sotoo sugería para Gaudí: «No vengan en busca de Plensa, sino de buscar a través de Plensa, llegar más allá, conocer algo más sobre la esencia de la humanidad, algo que todavía hoy desconocemos«.
En La Pedrera-Casa Milà. Passeig de Gràcia, 92
Sala de exposiciones
Horario: de lunes a domingo, de 10 a 19,30h
Inauguración: 31 de marzo de 2023
Hasta el 23 de julio de 2023 Últimos días
Entrada general: 12€
Entradas Online Expo (con descuento para Residentes en Catalunya): Entradas La Pedrera
Entrada Combinada sala de exposiciones + La Pedrera: 20 €
Entradas Online Combinadas (con descuento para Residentes en Catalunya): Entradas Combinadas La Pedrera
Actividades Paralelas:
Diálogo entre Jaume Plensa y Javier Molins. 19 de abril a las 19 h. Más información
Jornada Jaume Plensa en La Pedrera: 7 de mayo de 10 a 14h. Más información
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