“Cuando empecé a pintar el cuerpo humano, estaba obsesionada con él y tenía que crear el mayor realismo posible. Lo perseguí, hasta que comenzó a desmoronarse y deconstruirse… ahora trato que la línea hiperrealista y la abstracción se encuentren» (Alyssa Monks).
Encontrar un lenguaje propio es el paso más difícil para cualquier artista. De todos los Maestros que he conocido siempre he oído palabras similares para sus discípulos, que podrían sintetizarse en dos versiones: «sé tu mismo, déjate llevar, experimenta con la técnica» y «exprésate, busca en tu interior y luego comunica». Escribirlo es una cosa y llevarlo a la práctica otra bien distinta, incluso opuesta. Porque ¿cómo se consigue que una obra comunique, vibre?
Buscar el propio sendero desaprendiendo es una trayectoria propia de los Grandes Maestros desde el Impresionismo, desde que la técnica es una herramienta y no un fin en si mimo. Y el mejor arte contemporáneo -a veces inmovilizado entre el hiperrealismo fotográfico y el anacronismo conceptual que a base de repetirse más de 50 años ya es un despropósito-, sigue el sendero de los genios del arte moderno. Tras años de estudiar y copiar a los grandes clásicos (de Velázquez a Klimt pasando por Manet) Alyssa Monks buscó su lenguaje, la forma de transmitir y comunicar con energía sus obsesiones.
Y encontró en el agua, el vapor y el vidrio los filtros necesarios. Es fascinante su combinación de hiperrealismo con espacios abstractos, los llama “islas de colores con superficies activadas”. Alyssa empuja el hiperrealismo hacia la abstracción, donde lo «real» es perfectamente reconocible pero ha traspasado una frontera de no retorno.
[Imágenes: Sus primeros óleos ya muestran una técnica privilegiada. Encontró su lenguaje en la ducha, a partir de 2009. No solo cambió la técnica, también el soporte, utilizando linos para conseguir mayor textura]
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“Uso filtros como el vidrio, el vinilo, el agua y el vapor, que falsean el cuerpo y permiten grandes áreas de diseño abstracto. Es mi versión contemporánea de la mujer tomando un baño. En muchos de mis temas el cuerpo presiona contra un vidrio, que añade más distorsión… Cuerpo, vidrio, vapor y agua en la distancia, pero de cerca las propiedades físicas de la pintura al óleo son evidentes. Así sostengo el momento y las abstractas pinceladas se vuelven algo más” (entrevista a Warholian).
Con sus obras de gran formato Alyssa Monks consigue crear una gran tensión entre la mirada del espectador y el cuerpo pintado, confinado casi siempre en un espacio cerrado. Las gotas de agua y de pintura se confunden, una potente y vívida ilusión óptica que crea emociones ambivalentes; pocas veces el realismo consigue tanta carga emocional -una veces sensual, otras dramática- tanta intimidad y energía. Nos hace mirar dos veces… pensando que no deberíamos mirar, es irresistible.
Llegó el reconocimiento y el éxito, pero a veces suceden hechos que no podemos prever ni controlar. Es la menor de siete hermanos y se sentía especialmente ligada a su madre… que enfermó de un cáncer incurable. En un proceso que desgraciadamente muchos conocemos en primera persona, dejó de pintar y se dedicó por completo a acompañar y ayudar a su madre hasta el inevitable desenlace, un año después.
Cuando volvió a su estudio fue incapaz de retomar su estilo. Pensó que nunca más podría volver a pintar, hasta que recuperó la curiosidad y la fascinación por paisajes caóticos e imperfectos, espacios casi abstractos, atmósferas. Y llegó al punto donde esos espacios se funden con sus retratos, en lienzos caracterizados por dos planos, donde lo terrenal y lo esencial se funden.
Tras este proceso de autoconocimiento, ha vuelto a su estilo, pero la comunicación ha cambiado. Ya no hay erotismo, sino sentimientos y preguntas que el ser humano se ha hecho desde siempre. Con una pincelada más visceral, gruesa y libre, de nuevo desaprendió para avanzar.
[Imágenes: Después de casi dos años sin pintar y tras una época de paisajes abstractos, llegó su serie de planos múltiples / Alyssa en su estudio y en el workshop que impartió en La Galería Roja de Sevilla, en la imagen con el Maestro Román Linacero/ Pieza del 2016, en que retoma su lenguaje con una nueva comunicación].
web de Alyssa Monks: http://www.alyssamonks.com/