Alexander Votsmush / Alexander Shumtsov
Imagino que su madre le explicaba más de Afanásiev que de los hermanos Grimm, pero los cuentos infantiles son historias universales.
Para el Maestro de Sebastopol son su principal fuente de inspiración. Con sus mundos imaginarios y sus personajes fantásticos, Votsmush nos sugiere adoptar la actitud de un niño y dejarnos sorprender por la primera impresión, para luego saborear cada detalle de sus piezas. Como dijo Ana María Matute (y es mi caso) a veces la infancia es más larga que la vida.
Sus acuarelas están llenas de vida, incluso cuando aparecen pocos personajes la historia se adivina, pues son tremendamente narrativas; aventuras marítimas, viajes en globo…sueños maravillosos. De hecho, Votsmush plantea cada obra en forma de historieta, hasta que finalmente tiene en mente una composición que resume la secuencia. Es entonces cuando entra en juego su paleta de acuarelas.
Llegado a este punto, trabaja con trazo rápido y enérgico. Utiliza, además de pinceles, manos, uñas, paletas, trapos… todo entra en acción. Una vez realizado el guión y visualizada la composición, asegura que dedica sólo unos minutos a plasmar la obra final. Su maestría con la acuarela es excepcional; destaca cómo consigue esa saturación sobre papel y la precisión de sus blancos, que tiene un secreto: el tipex.
A veces nos sorprende con rasgos de humor inesperados. Como su propio nombre: Votsmush es un seudónimo. Como ha confesado a Konstantin Sterklov para «Art of watercolor«, es un juego de su época de estudiante que consiste en invertir las letras de su verdadero apellido : Shumtsov.
No puedo incluir, como es habitual, el enlace a su página : no tiene. Vive en su Crimea natal alejado de las capitales del Arte y no usa Internet… vive en su mundo de aventuras y leyendas.