El Maestro del simbolismo
Klimt fue un genio revolucionario. Imbuído por el pensamiento modernista que renovaba los horizontes de Europa, desabrochó todos los corsés existentes en la Viena del Imperio Austro-Húngaro, capital mundial del Arte Académico.
Pero es tan extraordinario pintor que gusta desde el principio… un grave problema para un insurgente artístico. Mientras en París y Barcelona los modernistas son rechazados de plano y conforman una bohemia anti-social, vanguardia del nuevo siglo, la obra de Klimt es apreciada por la alta sociedad y la burguesía vienesas, aún sin entender su pensamiento y simbolismo. Incluso le encargan 3 obras de gran formato para el techo de la nueva Universidad. Cuando las retiran por considerarlas pornográficas el pintor entra en cólera. Después recibe otro encargo público y decide pintar a una mujer «haciendo un calvo» (literalmente). Utiliza la provocación como recurso necesario: Es el último encargo público que recibe… por fin es un secesionista! Tal vez la obra paradigmática de su primera época es Nuda Veritas, un desnudo frontal con el «espejo de la verdad» y la frase de Schiller «Si no puedes agradar a todos con tus méritos y tu arte, agrada a pocos. Agradar a muchos es malo«.
Se le calificó de sátiro ¿era un pornógrafo ó un defensor a ultranza de la libertad de la mujer? La respuesta está en su obra : en su primera época abundan los retratos de damas de la burguesía realizados con propósito principalmente alimenticio. El encargo es normalmente del marido ¿Cómo representarlas como mujeres libres?…. Quitándoles el corsé : como licencia artística las pinta con ropajes amplios, aéreos, que fluyen , fluidez que luego -ya sin cortapisas- llevará a su máxima expresión en sus Sirenas de Agua. Gran parte de la obra de esta primera época sufre un infortunio: se encuentra en el camino de la desbandada nazi de 1945, que en su política de tierra quemada no hacen distingos. Así que en algunos casos acompañamos las imágenes que quedan de ellas (marcadas con asterisco *).
Retratos :
Nuda Veritas y obra de la Universidad de Viena:
Primeras ninfas y primera Judith, empieza a utilizar esporádicamente el pan de oro:
Ya consolidado como genio rompedor lidera el grupo de la Secesión Vienesa y no solo fue una poderosa influencia para jóvenes talentosos como Egon Schiele, sino que les apoyó incondicionalmente y en 1902 contribuye a la Exposición del Grupo con otra de sus obras maestras: El friso de Beethoven
En estos años abunda su vertiente paisajista alrededor del Lago Attersee, que destaca por la riqueza de su paleta: en ambientes monocromos es capaz de introducir infinitos matices sobre el mismo color.
Paisajes
1903 es un año clave : El Edificio de la Secesión acoge su primera Retrospectiva y realiza un decisivo viaje por Italia; en Ravena queda asombrado por los mosaicos bizantinos: su obra evoluciona claramente, primero acentuando la suntuosa decoración en El Arbol de la Vida, friso realizado para el Palacio Stoclet de Bruselas y finalmente llegando la llamada «Época dorada» (en todos los sentidos: retoma el uso del pan de oro, alcanza el reconocimiento general y su obra llega a su máxima expresión en esta etapa de madurez) .
Época dorada
Aquí ya vemos su versión definitiva de mujer: un espíritu libre, desinhibida, sensual, romántica ó dominante, según el momento. Si en Judith I vemos una mujer decidida y altiva, femme fatale en una visión clásica, en Judtith II muestra una Salomé que declara su amor a la cabeza cortada de Juan el Bautista, conforme a la Opera de Straus.
La obra de Klimt no acaba aquí, a partir de 1909 inicia sus viajes a París, pero esa ya es otra historia.
Muchas de sus piezas están en exhibición permanente en Viena, a menudo junto a las de su hermano Ernst, Franz Matsch, Hundertwasser, Schiele o Kokoschka: el Belvedere Superior, la famosa escalera del Kunsthistorisches Museum, (Museo de Historia del Arte), el “Espacio Klimt” del Burgtheater , el Museo Leopold y el Friso de Beethoven en la Secesión.
[highlight]Aquí os proponemos otra forma de ver su obra[/highlight], que por el detalle de ornamentación y la viveza de su colorido cobró una espectacular fuerza en proyecciones de alta resolución, en las Canteras de Luces de Les Baux-de-Provence, cerca de Avignon. «Klimt y Viena, un siglo de oro y de colores» se pudo visitar hasta enero, instalación multimedia en que se disfrutó de obras de Klimt, Egon Schiele y Hundertwasser proyectadas en las viejas paredes de las cuevas, de hasta 14 metros de alto, y puestas en movimiento a ritmo de la música. 7.000 m2 de Secesión Vienesa. Hemos editado un video a partir de las imágenes existentes de France 3 (Provence-Alpes) y de Culturespaces,
No os lo perdáis en YouTube: [highlight]https://www.youtube.com/watch?v=FfA5F_gMQFk[/highlight]