Miró y Kandinsky (Las Contelaciones, 2ª Parte)

En esta Segunda Parte nos sumergimos en la profunda relación entre Las Constelaciones de Miró y los universos de formas orgánicas del genio de la abstracción lírica: Kandinsky.

Y completamos la suite de Las Constelaciones, de las piezas XI a la XXIII, en la primera vez que se reúnen los 23 gouaches en el metaverso, para Ustedes.

Constelación XI
XI El canto del ruiseñor a medianoche y la lluvia matinal, col privada

Vimos en el Capítulo anterior, Las Constelaciones de Joan Miró, como Miró levantó la vista al firmamento en el cobijo de Varengeville y alumbró de Las Constelaciones.

 

Constelación XII
XII El día 13 la escalera rozó el firmamento, col privada

De una originalidad arrebatadora, avanzamos que solo pueden establecerse dos paralelismos:

Uno con Alexander Calder. Casualmente, desde el otro lado del Atlántico, Calder realizó una serie de esculturas estáticas ( no cinéticas) en 1941. También acuciado por la falta de material (pues el aluminio que usaba habitualmente era requisado para la fabricación de aviones) empleó la madera. En pequeñas piezas de formas principalmente abstractas, algunas pintadas, otras no, unidas por una red de alambres. Una serie que después bautizó como… “Constellations”.

constellation de Calder

Miró y Calder se habían conocido en París en 1928 y después fraguaron una íntima amistad de por vida.
Calder también exploró en sus Constellations la organización de formas en composiciones abiertas, en su caso tridimensionales. Pero su afición por la astronomía le llevó a inspirarse directamente en el Sistema Solar. El propio Calder definió su obra como “la idea de cuerpos separados flotando en el espacio, de diferentes tamaños y densidades, de diferentes colores y temperaturas”. Después también compondría el movimiento de esos cuerpos en sus célebres Mobiles.

Constelación 13
XIII La Poetisa, colección privada

Más llamativa y profunda es la relación entre la visión de Miró y la de otro genio capaz de plasmar poesía sobre el lienzo: Vasili Kandinsky.

Es indudable que Miró estaba muy lejos de la abstracción lírica del pintor ruso. Su cosmogonía era telúrica, firmemente aferrada a la tierra.

Escribió: «El que he pintat significa exactament el que jo penso i veig. D’un segador, d’un ocell, de la nit, d’una estrella, n’he captat i reflectit l’essència, la vida íntima, subjacent, el color pur, el que és en la seva fondària lírica. La imatge fotográfica és falsa i beneita en aquests casos. Busco La realitat secreta«.
(«Lo que he pintado significa exactamente lo que yo pienso y veo. De un segador, de un pájaro, de la noche, de una estrella, he captado y reflejado la esencia, la vida íntima, subyacente, el color puro, lo que es en su profundidad lírica. La imagen fotográfica es falsa y bobalicona en estos casos, busco la realidad secreta»).

Constelación 14
XIV Despertar al amanecer, Museo Kimbell. Fort Worth, TX

Pero los paralelismos entre ambos son poderosos: Miró había quedado fascinado al descubrir la obra de Kandinsky en los años veinte. Escribiría Miró: «Recuerdo sus pequeñas exposiciones en la Galerie Zack y en la Galerie Jeanne Bucher, en el boulevard de Montparnasse. Sus gouaches me llegaban al fondo del corazón, se podía, al fin, escuchar música al mismo tiempo y leer un bello poema. Eso era algo mucho más ambicioso y profundo que el frío cálculo de Sectión d’Or» [el colectivo asociado al cubismo y el orfismo]

Constelación 15
XV Hacia el arco iris, MET de NY

Se conocieron y entablaron gran amistad cuando el pintor ruso se mudó a Francia en 1933. De nuevo Miró: «Tuve el honor de tratar a Kandinsky desde que salió de la Alemania nazi para instalarse en París. En aquellos momentos todos los maestros se negaban educadamente a aceptarle, los críticos le tildaban de profesor de escuela y ponían la etiqueta de trabajos de ganchillo a sus cuadros.
Este Gran Príncipe del espíritu, este Gran Señor, vivía muy aislado, sólo veía a muy pocas personas, que le eran totalmente fieles.
André Breton nos hablaba de él como de alguien que había ido más allá de la pintura y que nos aportaba la inspiración de Oriente«.

Constelación 16
XVI Mujeres cercadas por el vuelo de un pájaro, colección privada

También establecieron una estrecha relación sus respectivas esposas: Pilar Juncosa y Nina Andreevskaya. Se creó un poderoso vínculo personal: fueron juntos de vacaciones, Nina y Vasili estuvieron en Mont-roig en 1935, expusieron juntos en varias ocasiones e intercambiaron pinturas.

Constelación 17
XVII-Mujeres al borde del lago con la superficie iridiscente por el paso de un cisne. cp

Finalmente, se sabe que Kandinsky visitó a la familia Miró en su refugio de Varengeville al menos una vez.

La admiración mutua era enorme, casi mística ¿Cómo no iban a influenciarse el uno al otro?

Constelación 18
XVIII-El pájaro migrador, colección privada

Los universos de formas orgánicas, la afinidad de sus formas y colores, la expresión del mundo interior del artista y de su visión imaginaria…

Kandinsky nunca buscó la abstracción pura, carente de referencias del mundo real: siempre hay una realidad mental o natural detrás de sus obras abstractas. Ciertamente, la visión final de Vasili es abstracta y la de Miró simbólica.

Constelación 19
XIX-Signos y constelaciones enamorados de una mujer. Art Institute of Chicago

Pero ambos desarrollan un universo de ingravidez, un espacio sin horizonte en que las figuras se revelan en todas direcciones, con el dinamismo de una coreografía y la vehemencia del color puro.

Mientras Kandinsky desarrolla una obra que se aproxima a la música, las Constelaciones de Miró se acercan a la danza.
Una danza cósmica, en que el universo entero constituye una unidad, con el impacto emocional del color.

美丽的鸟向一对恋人揭开未来(星座系列)
XX-El pájaro hermoso descifra la desconocida pareja de amantes. MoMA

En las noches de Normandía Miró se fue desnudando de todo, de fantasías y recuerdos, de modas y corrientes artísticas… y sobretodo se liberó del miedo. Cuando se conecta con el cosmos la mente calla.

«Escucha dentro de ti y mira hacia la profundidad del espacio y el tiempo. Ahí podrás escuchar las canciones de las constelaciones, las voces de los números y las armonías de las esferas» (Hermes Trismegisto).

Constelación 21
XXI-El crepúsculo rosa acaricia el sexo de las mujeres y los pájaros, cp

Desde el origen de los tiempos hemos intentado representar nuestro nexo con el cosmos, hasta que llegó Miró y fue tan genial que parece fácil hacerlo.


PS
No es raro que se originen vasos comunicantes entre dos artistas que conviven y se admiran mutuamente.
Modigliani estudiaba la escultura africana en el Museo Etnográfico de París y contagió sus descubrimientos entre sus compañeros del Bateau-Lavoir.
Picasso, que lo absorbía todo, encontró en aquellas máscaras africanas el desafío al ideal de belleza occidental que ya andaba buscando para sus «Señoritas de Avinyó» (o Avignon, como prefieran).
(Si no conoce la historia del Bateau-Lavoir, no se pierda nuestro artículo «Montmartre canalla, el fin del arte de academia«)

Constelación 22
XXII-Paso del pájaro divino, colección privada

PS 2
Algunos «críticos» de arte han difundido la idea de que Miró no sabía pintar.
Quizá Usted tiene un cuñado que en las reuniones familiares le repite siempre «Esto lo pinta mi hijo, esto no es Arte» referido a Miró.
Permítame una sugerencia: no entre al trapo.
Es legítimo que no les guste Miró, para gustos los colores y todo es válido en el arte.
Si el hijo de su cuñado pinta algo parecido a Miró, recomiéndele que lo inscriba cuanto antes en una academia de Bellas Artes.
Y déjelo aquí. Dice la sabiduría árabe: «Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación«.

Créditos: Texto revisado y corregido por Pedro Riera.
Premio Edebé de literatura juvenil, con quién publicó la ya célebre trilogía «Hombre lobo».
Su obra más reciente es el libro-cómic «Intisar en el exilio«, el retrato de una mujer moderna yemení, Ed. Astiberri.

Enlaces Recomendados:
Sobre Kandinsky: Google Arts 
Sobre Calder: Google Arts 

Constelación 23
XXIII-Nocturno, colección privada

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